Cómo ser un estoico: primeros pasos

Explora cómo ser un estoico en la vida moderna: principios clave, vivir con intención, y enfrentar desafíos con serenidad.
Cómo ser un estoico

El estoicismo, que arrastra sus raíces a la antigua Grecia y Roma, ofrece una perspectiva única y práctica para enfrentar los desafíos de la vida moderna. Esta guía te ayudará a dar los primeros pasos para entender cómo ser un estoico y aplicar los principios de la filosofía para mejorar tu bienestar y resiliencia.

1. Comprende lo que está y no está bajo tu control:
Uno de los pilares fundamentales del estoicismo es la distinción entre lo que podemos controlar y lo que está fuera de nuestro alcance. Según Epicteto debemos enfocarnos en nuestras propias acciones y actitudes, aceptando que no podemos controlar los eventos externos ni las acciones de otras personas.

2. Vivir conforme a la naturaleza:
Los estoicos creemos que vivir en armonía con la naturaleza y nuestra propia naturaleza racional conduce a una vida virtuosa. Esto implica actuar con sabiduría, justicia, coraje y moderación, buscando siempre el bien mayor. “Si no es bueno para la colmena, no es bueno para la abeja”, dijo Marco Aurelio y nuestra colmena es el mundo.

3. Practica la ataraxia:
La ataraxia, o tranquilidad mental, es un estado de serenidad frente a las dificultades de la vida. Para alcanzarla hay que ejercitar la indiferencia hacia las cosas externas, centrándose en mantener una actitud interna equilibrada.

4. Reflexiona diariamente:
La reflexión diaria es clave en el estoicismo. Dedica tiempo cada día para meditar sobre tus acciones, tus progresos y cómo puedes alinear mejor tus actitudes con los principios estoicos.

5. Acepta los desafíos como oportunidades:
Los estoicos ven los obstáculos como oportunidades para crecer y fortalecer su carácter. Cuando enfrentes dificultades, pregúntate: ¿Cómo puede esto ayudarme a desarrollar la virtud y la resiliencia?

6. Ejercita la simplicidad:
El estoicismo aboga por un estilo de vida sencillo, evitando el exceso y la búsqueda de placeres superficiales. Valora lo que tienes y busca la satisfacción en la simplicidad y la autenticidad. “No es rico el que más tiene, sino el que menos necesita”, reza el refrán que nos ayuda a entender cómo ser un estoico.

7. Cultiva relaciones significativas:
Aunque el estoicismo enfatiza la autosuficiencia, también reconoce la importancia de las relaciones sociales. Cultiva la amistad y el apoyo mutuo, pero siempre desde una perspectiva de independencia emocional. Principalmente porque todo lo que tenemos en la vida lo podemos perder en cualquier momento y eso no tiene que ser algo que nos preocupe o perturbe.

8. Aprende a ser agradecido:
La gratitud es una práctica poderosa en el estoicismo. Aprende a apreciar las cosas buenas de la vida, sin dar por sentado lo que tienes. Acá entran los ejercicios de “privación controlada” para practicar la gratitud: una ducha de agua fría para agradecer que tenés agua caliente siempre. No comer durante unas horas para agradecer que tenés comida siempre, etc…

Ser estoico en el mundo moderno significa vivir con intención, buscando la virtud y la sabiduría, y enfrentando los desafíos de la vida con serenidad y fortaleza de carácter. El estoicismo no es solo una teoría, sino una práctica diaria que puede proporcionar claridad, propósito y paz en un mundo complejo y en constante cambio.