En los últimos años, el estoicismo ha resurgido como una de las filosofías más influyentes para el crecimiento personal y la gestión emocional. Sin embargo, su aplicación en la vida cotidiana no siempre es sencilla. Aquí es donde entra en escena Donald Robertson, un psicoterapeuta cognitivo-conductual y escritor que ha logrado tender un puente entre el estoicismo y la psicología moderna, integrando los principios de la filosofía antigua con estrategias terapéuticas basadas en la evidencia.
Robertson no solo ha contribuido a la difusión del estoicismo a través de libros y conferencias, sino que también ha demostrado cómo los conceptos estoicos pueden potenciarse con herramientas psicológicas contemporáneas. En este ensayo, exploraremos sus aportaciones más relevantes y cómo su trabajo ayuda a integrar el estoicismo en la vida moderna.
Donald Robertson y su enfoque estoico
Donald Robertson es autor de varios libros influyentes, entre ellos Cómo pensar como un emperador romano, donde analiza la filosofía de Marco Aurelio desde una perspectiva psicológica. Su trabajo se centra en demostrar cómo el estoicismo puede ser una herramienta práctica para la salud mental y el bienestar emocional.
A diferencia de otros divulgadores del estoicismo, Robertson no solo presenta la teoría, sino que la conecta con técnicas de la terapia cognitivo-conductual (TCC), una de las formas de terapia más efectivas en la actualidad. Al hacerlo, muestra cómo los principios estoicos pueden aplicarse de manera estructurada para mejorar nuestra forma de pensar, reaccionar y vivir.
La relación entre el estoicismo y la psicología moderna
Uno de los mayores aportes de Robertson ha sido destacar las similitudes entre el estoicismo y la TCC. Ambos enfoques comparten la idea de que nuestras emociones y comportamientos no dependen de los eventos externos, sino de cómo interpretamos esos eventos. Esta idea, que ya se encontraba en las enseñanzas de Epicteto, es un pilar fundamental en la psicología moderna.
1. Control de las emociones
El estoicismo enseña que no debemos preocuparnos por lo que no está en nuestro control, sino centrarnos en nuestras respuestas. Robertson conecta esto con la reestructuración cognitiva, una técnica de la TCC que ayuda a cambiar pensamientos irracionales por otros más objetivos y funcionales.
Por ejemplo, si alguien recibe una crítica negativa en el trabajo, en lugar de reaccionar con ansiedad o ira, puede aplicar un enfoque estoico y preguntarse:
- ¿Puedo controlar lo que otros piensan de mí?
- ¿Es esta crítica una amenaza real o una oportunidad de aprendizaje?
- ¿Qué pensaría Marco Aurelio en esta situación?
Esta forma de cuestionar nuestros pensamientos automáticos reduce la angustia emocional y nos permite actuar con más claridad y racionalidad.
2. Aceptación y resiliencia
Otro principio clave del estoicismo es la amor fati, o la aceptación del destino. Robertson destaca cómo esta idea se alinea con técnicas psicológicas como la Terapia de Aceptación y Compromiso (ACT), que enseña a aceptar el malestar en lugar de resistirlo.
Por ejemplo, cuando enfrentamos una pérdida, en lugar de caer en la desesperación, podemos practicar la aceptación estoica:
- Todo en la vida es transitorio.
- No podemos controlar lo que ocurre, solo nuestra reacción.
- Cada dificultad es una oportunidad para crecer.
Este enfoque ayuda a desarrollar resiliencia y a enfrentar la adversidad con mayor ecuanimidad.
3. Prácticas diarias para fortalecer la mente
Robertson sugiere varias prácticas inspiradas en el estoicismo y la TCC para desarrollar una mentalidad más fuerte y equilibrada:
- Journaling estoico: escribir sobre los desafíos diarios y reflexionar sobre cómo aplicar los principios estoicos.
- Visualización negativa: imaginar escenarios difíciles para prepararnos mentalmente y reducir el impacto de la incertidumbre.
- Distanciamiento cognitivo: ver nuestros pensamientos y emociones desde una perspectiva externa para no reaccionar impulsivamente.
Estas prácticas ayudan a fortalecer la autodisciplina y a vivir con mayor serenidad.
El impacto de Robertson en la difusión del estoicismo
Donald Robertson ha sido clave en el resurgimiento del estoicismo como una herramienta para el bienestar mental. Su trabajo ha llegado a miles de personas a través de libros, talleres y su colaboración con organizaciones como Modern Stoicism.
A través de sus escritos, ha logrado hacer accesible una filosofía que a menudo se percibe como rígida o compleja. Ha demostrado que el estoicismo no es solo una teoría filosófica, sino una forma de vida que puede aplicarse de manera práctica en el siglo XXI.
Conclusión: Estoicismo y psicología moderna
La obra de Donald Robertson ha sido fundamental para conectar el estoicismo y la psicología moderna, ofreciendo una guía clara para integrar la filosofía antigua en la vida actual. Gracias a su enfoque, muchas personas han descubierto cómo aplicar los principios estoicos para gestionar mejor sus emociones, desarrollar resiliencia y vivir con mayor propósito.
El estoicismo no es solo una idea del pasado; es una herramienta atemporal que, combinada con la psicología contemporánea, puede transformar nuestra forma de pensar y de enfrentar la vida. Y gracias a figuras como Robertson, su legado sigue más vivo que nunca.