¿Qué harías si hoy fuera tu último día? Una mirada estoica

Publicado el 22/04/2025.
si hoy fuera tu último día

¿Y si mañana no existiera? ¿Y si este fuera tu último amanecer, tu última conversación, tu última oportunidad de decir, hacer o sentir? Esta pregunta no es morbosa. Es profundamente transformadora. El estoicismo la ha planteado durante siglos como una herramienta de claridad. Porque pensar en la muerte nos ayuda a vivir mejor.

La frase “si hoy fuera tu último día” no es un cliché motivacional. Es un llamado filosófico. Un recordatorio de que el tiempo es lo único verdaderamente limitado, y que desperdiciarlo es el mayor de los errores.

Memento mori: la memoria de la muerte

Los estoicos, especialmente Marco Aurelio, Epicteto y Séneca, hablaban del memento mori —“recuerda que morirás”— como una forma de alinearse con lo esencial. No se trata de vivir con miedo, sino de vivir con urgencia consciente.

Marco Aurelio, en sus Meditaciones, decía:
“No actúes como si fueras a vivir mil años. La muerte está a tu lado. Mientras vivas, mientras sea posible, sé bueno.”

Ese es el corazón del estoicismo aplicado al presente: no perder tiempo en quejas, superficialidades o postergaciones. Actuar desde lo importante, no desde lo urgente.

¿Cómo respondería un estoico a esta pregunta?

Si hoy fuera tu último día, un estoico no saldría a correr detrás de placeres extremos, ni se lanzaría a una lista de deseos inacabable. Probablemente, haría lo que ya viene haciendo… pero con más conciencia.

El secreto no está en cambiar radicalmente cada día, sino en alinear tu vida cotidiana con tus valores más profundos. Así, si la muerte llega mañana, te encuentra viviendo como querías vivir.

1. ¿A quién querrías decirle algo?

Séneca decía:
“Es un error no vivir la vida como si fuera cada día el último. Es un error postergar la ternura, el perdón, la gratitud.”

Preguntate: ¿Hay alguien a quien no le dijiste lo que sentís? ¿Alguien a quien debés perdonar, o de quien debés despedirte bien? No es necesario hacer grandes discursos. A veces, una nota, un mensaje o un abrazo consciente puede cerrar un ciclo.

2. ¿Qué pendientes te pesan?

Muchas veces cargamos con “debería hacer esto” que nunca llegan a cumplirse. Si hoy fuera el final, ¿qué te gustaría haber terminado o al menos comenzado?

No se trata de terminarlo todo. Se trata de dejar lo menos posible inconcluso. Un diario, una carta, una conversación, una decisión postergada. A veces, lo importante no es el resultado, sino haberlo intentado.

3. ¿Viviste para vos o para los demás?

El estoicismo no es egoísta, pero sí profundamente introspectivo. No vivas según la mirada ajena. Marco Aurelio lo expresó con claridad:

“No desperdicies lo que te queda de vida en conjeturas sobre los demás… La única tarea que importa es la tuya: mejorar tu alma.”

Si hoy fuera tu último día, ¿lo viviste de forma fiel a quien realmente sos?

Un ejercicio estoico: el repaso de la jornada

La práctica nocturna de los estoicos consistía en revisar el día antes de dormir. Preguntarse:

  • ¿Qué hice bien?
  • ¿Dónde pude actuar con más virtud?
  • ¿Qué haría diferente si pudiera repetirlo?

Podés transformar este ejercicio en una meditación sobre la mortalidad. Preguntate cada noche: si hoy hubiera sido mi último día… ¿valió la pena? Esta simple rutina puede reordenar tus prioridades en pocos días.

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📄 Cómo escribir un diario estoico

Libros que profundizan esta perspectiva

📘 Meditaciones – Marco Aurelio
📙 Sobre la brevedad de la vida – Séneca
📕 El arte de la buena vida – William B. Irvine
📗 Estoicismo cotidiano – Ryan Holiday y Stephen Hanselman

Estos textos no hablan de muerte para deprimirte, sino para devolverte el control sobre tu vida. Te enseñan a valorar cada hora como un tesoro que no vuelve.

No es vivir rápido, es vivir con claridad

Pensar en la muerte no significa vivir con prisa. Significa vivir con dirección. No dejar cosas importantes para después. No guardarte el “te quiero”. No resignar tu vocación. No perder tiempo en lo que sabés que no te nutre.

Ryan Holiday lo sintetiza en una frase potente:
“La muerte no es el final. Es el recordatorio de que debemos vivir mientras podamos.”

En resumen

Si hoy fuera tu último día, ¿te sentirías en paz? ¿O habría remordimientos, silencios y tareas pendientes? No esperes el susto, la enfermedad o la despedida inesperada para hacerte estas preguntas.

El estoicismo te invita a vivir como si cada día importara. Porque realmente importa.