Aunque parezca contradictorio, los videojuegos —asociados a menudo con evasión, impulsividad o gratificación instantánea— también pueden ser espacios para entrenar la virtud, desarrollar resiliencia y fortalecer el autocontrol. En una era donde lo interactivo moldea nuestra atención y conducta, algunos títulos han comenzado a integrar conceptos que resuenan con los principios del estoicismo: aceptar lo inevitable, actuar con sabiduría, perseverar con templanza y pensar antes de reaccionar.
En este artículo exploramos cómo ciertos videojuegos, por su diseño mecánico y narrativo, pueden ser aliados en la práctica del autocontrol estoico. Además, incluimos ejemplos concretos, reflexiones filosóficas y recomendaciones de lectura para profundizar.
¿Qué tiene que ver el estoicismo con los videojuegos?
El estoicismo, una filosofía nacida hace más de dos mil años, no tiene botones ni gráficos. Pero su esencia se manifiesta en muchas experiencias de juego donde el jugador:
- Aprende a tolerar la frustración (fracaso, derrota, pérdida).
- Debe elegir con prudencia y no dejarse llevar por impulsos.
- Necesita resiliencia para seguir adelante cuando todo parece perdido.
- Acepta lo que no puede controlar (como el entorno o el azar).
Epicteto escribió:
“No busques que las cosas sucedan como deseas; desea que sucedan como suceden, y tu vida marchará serena.”
Un videojuego bien diseñado para el crecimiento interior puede enseñarnos justamente eso: actuar con virtud en medio del caos.
Mecánicas lúdicas con valores estoicos
Veamos qué tipos de dinámicas de juego pueden alinear con esta filosofía:
- Permadeath (muerte permanente): obliga al jugador a aceptar la pérdida y volver a empezar sin quejarse.
- Toma de decisiones morales complejas: promueve el juicio racional por sobre la impulsividad.
- Dificultad elevada pero justa: entrena la paciencia, la humildad y el dominio emocional.
- Gestión de recursos limitados: invita a actuar con templanza y previsión.
- Narrativas introspectivas: conectan al jugador con temas existenciales, como el sentido, el deber o la impermanencia.
Videojuegos que entrenan el autocontrol y la resiliencia
1. Dark Souls (FromSoftware)
Este juego es conocido por su dificultad extrema, donde morir es parte del proceso. Cada error enseña. Cada victoria se gana con paciencia, observación y práctica. El jugador debe aceptar la derrota con ecuanimidad y seguir adelante. Como en la vida estoica, lo importante no es lo que ocurre, sino cómo reaccionás.
✔ Principio estoico: resistencia sin queja, perseverancia racional.
📘 Relacionado: El obstáculo es el camino de Ryan Holiday, que propone usar cada dificultad como entrenamiento del carácter, al igual que este juego.
2. Celeste (Matt Makes Games)
Una obra de arte indie que combina plataforma con narrativa emocional. La protagonista, Madeline, lucha por escalar una montaña mientras enfrenta sus propios miedos. El juego es difícil, pero profundamente humano: cada caída es parte del proceso, y cada logro está ligado a la autoaceptación y el autocontrol.
✔ Principio estoico: autoconocimiento, aceptación del error, perseverancia.
📘 Tip de lectura: Cómo ser un estoico de Massimo Pigliucci, especialmente sus capítulos sobre la práctica diaria del dominio emocional.
3. This War of Mine (11 bit studios)
Ambientado en una ciudad sitiada, este juego pone al jugador en la piel de civiles que deben sobrevivir en condiciones extremas. Las decisiones morales son constantes: ¿robar para sobrevivir?, ¿ayudar a otros aunque implique más riesgo? Aquí, la virtud no es teoría, sino práctica viva.
✔ Principio estoico: justicia práctica, autodisciplina en contextos adversos.
📘 Reflexión complementaria: Meditaciones de Marco Aurelio, una guía silenciosa sobre el deber y la virtud en medio del caos.
4. Journey (Thatgamecompany)
Un juego sin palabras, sin enemigos directos, sin urgencia. Solo un viaje espiritual donde lo importante no es “ganar” sino cómo te conectás con el entorno y otros jugadores anónimos. Ideal para cultivar la atención plena, la contemplación y el desapego.
✔ Principio estoico: serenidad, desapego del resultado, conexión esencial.
¿Por qué jugar con propósito?
En lugar de pensar en los videojuegos como una pérdida de tiempo o una simple distracción, podemos verlos como entornos de práctica ética. Si elegimos conscientemente qué jugamos y cómo lo hacemos, transformamos el juego en un entrenamiento emocional y filosófico.
Tips para jugar con una actitud estoica:
- Antes de empezar, recordá: “Voy a fallar, y eso está bien.”
- Observá tus reacciones emocionales. ¿Te enojás fácilmente? ¿Te frustrás?
- Usá cada error como un espejo: ¿qué te dice de tu autocontrol?
- Terminá cada sesión con una breve reflexión: ¿aprendí algo sobre mí?
Libros recomendados para jugadores que buscan crecer
Estos títulos pueden enriquecer tu experiencia lúdica con contexto filosófico:
- “Meditaciones” de Marco Aurelio – Ideal para leer entre partidas y reconectar con lo esencial.
- “El arte de la buena vida” de William B. Irvine – Combina filosofía clásica con desafíos modernos, como el uso del ocio.
- “Estoicismo cotidiano” de Massimo Pigliucci – Perfecto para quienes quieren aplicar esta filosofía a lo cotidiano, incluso el entretenimiento.
Conclusión: jugar para crecer
El estoicismo no está reñido con la diversión. De hecho, propone que vivamos con alegría, pero con conciencia. Jugar puede ser un acto estoico si se hace con intención, si nos ayuda a entrenar la paciencia, la perseverancia, el discernimiento y la templanza.
En un mundo saturado de estímulos inmediatos, elegir videojuegos que fortalezcan tu carácter no solo mejora tu experiencia lúdica, sino también tu vida.
Como dijo Séneca:
“Mientras vivas, aprendé a vivir.”
Y también, podríamos decir: mientras juegues, aprendé a vivir mejor.